lunes, 25 de junio de 2012

Luiz Zamora: "Fue un golpe a miles y miles de Daríos que estaban armando un movimiento"


(fragmento incluido en el libro 2001. Relatos de la crisis que cambió la Argentina)

¿Cómo analiza los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki?
Fue el intento de Duhalde por terminar el mandato de De la Rúa. Para llegar hasta diciembre de 2003, tenía que hacerle una demostración al poder de que podía terminar con los cortes y las protestas populares. Pero le salió el tiro por la culata. Entonces, tuvo que retroceder y adelantar las elecciones. Para el gobierno fue una derrota y se tuvo que ir antes de lo que pensaba, porque la respuesta en la calle fue masiva y muy contundente
¿Qué representó esa masacre para los movimientos sociales?
Para la Coordinadora Aníbal Verón fue terrible. Si bien el gobierno retrocedió, el golpe fue muy fuerte. Por eso, Darío (Santillán) es tan emblemático, porque fue un golpe a miles y miles de Daríos que estaban armando un movimiento. Yo lo debo haber conocido a Darío, el padre me dijo que me respetaba mucho, una frase que me llenó de orgullo. Antes de las peleas internas, me atraía mucho el trabajo de la Verón. Seguía con mucho interés lo que hacían los MTD de Lanús y Solano. Pero, internamente, el 26 de junio fue un golpe muy duro y todavía hoy siguen sacando conclusiones, y creo que está bien. Recuerdo que charlamos mucho estos temas con el Colectivo Situaciones, quienes luego escribieron el documento “Politizar la tristeza”.

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