martes, 26 de junio de 2012

"Fue un punto de inflexión"


(fragmento de la entrevista a Christian Castillo, incluida en 2001. Relatos de la crisis que cambió la Argentina)

"De hecho, ya en junio de 2002 se empezó a invertir la tendencia económica. Tanto, que el gobierno de Eduardo Duhalde se envalentonó y recurrió a la represión con los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Pero le salió mal y tuvo que retroceder", sintetiza Castillo.

¿La masacre de Puente Pueyrredón fue un momento de quiebre?
Fue un punto de inflexión, en un marco de mucha inestabilidad. Recuerdo que en Sociales impulsábamos un proceso de elecciones directas y yo terminé como director de la Carrera de Sociología. Y le pusimos los nombres de Kosteki y Santillán al Aula Magna de la Facultad, con un cerámico donado por los compañeros de Zanón. Todas las desestabilizaciones son muy complejas, pero lograron llegar a las presidenciales. Podía haber habido abstención, pero ya había cambiado la tendencia internacional de la economía. Los precios de los productos exportables de Argentina, que estaban hundidos en 2000, se empezaron a recuperar a comienzos de 2002 y volvió a crecer el producto bruto. Pero los trabajadores soportaron sobre sus espaldas una baja general del salario del 40 por ciento, que a la clase capitalista le convino enormemente para volver a producir en el país. Con ese reordenamiento de la economía, las clases medias dieron un viraje político.

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