lunes, 7 de noviembre de 2011

Fragmentos de la entrevista a Horacio González, "La sociedad interpelada"



"Recuerdo esa época como una especie de tañido interno muy silenciado, un hilo sutil que, de vez en cuando, interrumpe mis reflexiones y reaparece como algo que nos encontró pensando, con mucho entusiasmo, en la generación de nuevas formas de la política".

"El tema era, simplemente, si la sociedad argentina estaba dispuesta a construir focos de decisión reunidos en las esquinas de los barrios, frente a la carnicería, frente al vendedor de pochoclos, y construir una escena cotidiana de poder –y tomar incluso las riendas de poder–, en una situación tan compleja, donde seguían existiendo los Estados, las naciones, los organismos internacionales de crédito".
  
"¿Quién hace, de dónde surge ese llamado? Hay una disputa siempre en ese interrogante. ¿Hay un primero? ¿Ese primero no puede ser pensado porque hay un colectivo que actúa como si fuera un uno? ¿O hay un uno dentro de ese colectivo? ¿Hay un colectivo predispuesto a escucharse a sí mismo en una voz colectiva y que, por tanto, se hace poroso a esa voz colectiva?"

"Y el 19 y 20 también genera esa discusión sobre si hay un momento excepcional en la historia, sobre si se abren las aguas en algún momento y se retira aquello fastidioso, conocido, ya ritualizado, y aparece algo inesperado. Quizás en la sociedad argentina vuelva a ocurrir un llamado de ese tipo, y va a tener esas características no fáciles de identificar y de detectar. El 19 y 20 son dos días partidos. Se salió a la calle y luego estuvo el Estado en su faceta más amarga y atroz, que es la de la represión. Esos dos días son, como diría Proust, dos hojas sueltas del calendario".

No hay comentarios:

Publicar un comentario